Saber el momento preciso del origen de la música es complicado, ya que de acuerdo con investigaciones se cree que inicialmente no se utilizaban instrumentos musicales para interpretarla, sino la voz humana o la percusión corporal, que no dejan huella en el registro arqueológico.
Pero se tiene la teoría que los Homo sapiens fueron los primeros en practicarla, mucho antes de la aparición del arte y del lenguaje. Los homínidos anteriores al ser humano no tendrían la capacidad mental necesaria para elaborar un lenguaje complejo, por lo que tenían que limitarse a un sistema de comunicación pre-lingüístico basado en sonidos que cambiaban de ritmo y melodía.

Se cree que en sus orígenes una de las principales funciones de la música, aparte de la comunicación, pudo ser la inducción de estados de ánimo en otras personas, lo que podía servir para intentar modificar el comportamiento de los demás en base a unos objetivos.
La humanidad rodeada de naturaleza ha querido imitar estos sonidos, por lo que utilizando materiales accesibles crearon instrumentos que los ayudaron a replicarlos, desde el sonido de los pájaros hasta el latido de su propio corazón, ritmos que estaban dirigidos a sus divinidades.

Así la música surgió a través del tiempo por la situación en la que se encontraba la humanidad, influenciados por su mentalidad y los problemas históricos que vivían, así es como cada época tuvo gustos y ritmos diferentes.
Los primeros testimonios de práctica musical se encuentran en un pictograma egipcio del siglo III antes de Cristo; en la Antigüedad surgieron asimismo los primeros escritos teóricos sobre la música en la poesía y en la historiografía. En este contexto, la música de las culturas antiguas desarrolladas estuvo siempre ligada al culto y sólo mucho más tarde se convirtió en un arte de expresión estética por sí mismo.

Poco a poco se convirtió en una disciplina y se le nombró música (del griego: el arte de las musas), que de acuerdo a la definición tradicional del término, es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios respetando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psicoanímicos.
En la actualidad los individuos de todas las sociedades humanas pueden percibir la musicalidad y ser sensibles emocionalmente al sonido. Para cualquier persona es sencillo saber cuándo una canción le agrada, le provoca tristeza o incluso euforia.
¿Te imaginas un mundo sin música? Seguro nada sería igual.
Si te gusto esta capsula informativa compártela con tus amigos y déjanos en los comentarios cuál es tu música favorita.
Comments